Descripción
La vitamina A trabaja como un antioxidante sobre la piel, desarma los radicales libres que causan daño tisular y celular. Las arrugas y líneas finas gradualmente se alisan, el grado de hidratación y la elasticidad aumenta, la tez brilla y el daño provocado por el sol disminuye. Además, se incrementa la regeneración celular y aumenta el colágeno para proporcionar a la piel un aspecto más joven.
La vitamina A juega un papel importante en la síntesis de ARN que produce células nuevas y sanas. La epidermis es sobre todo sensible a carencias de vitamina A ya que su capa básica continuamente genera nuevas células que queratinizan para la capa córnea, la barrera protectora de la piel. Como consecuencia de la carencia de vitamina A, estas células mueren antes de tiempo, se endurecen y tapan los poros y las glándulas. El retinol exfolia y desatasca los poros; actúa sobre la densidad de la piel y su flexibilidad regulando la queratinización. El retinol ayuda a restaurar la piel dañada y a mejorar el aspecto áspero y de piel seca o con queratinización anormal. Varios estudios han demostrado que la aplicación de la vitamina A consigue un aumento de la actividad mitótica, aproximadamente del 30%, aumentando la regeneración celular y eliminando las células muertas.
La vitamina A y sus derivados también han demostrado efectos beneficiosos en el control del acné, la psoriasis, procesos neoplásicos, y más recientemente, mejoras en la piel envejecida por el contacto con agentes ambientales, contaminación y sol.